Thursday, July 24, 2008

Cabezas cubanas



El arte del performance es esencialmente el arte de dar la cara y convertir el cuerpo en soporte de contenidos que a veces resultan demasiado pesados o peliagudos como para ser encarnados por cualquier persona. Juan-Sí es un artista que asume la práctica del performance en un marco conceptual que roza el activismo, un concepto bastante cercano al ejercido por Guillermo Gómez-Peña, quien en los últimos años también ha analizado en su obra los “daños colaterales” en el terreno cultural y en toda la sociedad, en términos de censura o autocensura (por motivos patrióticos), paranoia, xenofobia, desesperanza y miedo, producidos por la guerra (y la psicología guerrerista) que han marcado la era post 9/11.

Rafael López Ramos
Art Nexus



La obsesión del Che con el control colectivista lo llevó a colaborar en la formación del aparato de seguridad que fue establecido para subyugar a seis millones y medio de cubanos. A comienzos de 1959, una serie de reuniones secretas tuvo lugar en Tarará, cerca de La Habana, en la mansión a la cual el Che temporalmente se retiró para recuperarse de una enfermedad. Allí fue donde los líderes principales, incluido Castro, diseñaron al estado policíaco cubano. Ramiro Valdés, subordinado del Che durante la guerra de guerrillas, fue puesto al mando del G-2, un cuerpo inspirado en la Cheka. Angel Ciutah, un veterano de la Guerra Civil española enviado por los soviéticos que había estado muy cerca de Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, y que más tarde entablaría amistad con el Che, desempeñó un papel fundamental en la organización del sistema, junto con Luis Alberto Lavandeira, quien había servido al jefe en La Cabaña. El propio Guevara se hizo cargo del G-6, el grupo al que se le encomendó el adoctrinamiento ideológico de las fuerzas armadas. La invasión respaldada por los EE.UU. de Bahía de Cochinos en abril de 1961 se convirtió en la ocasión perfecta para consolidar al nuevo estado policíaco, con el acorralamiento de decenas de miles de cubanos y una nueva serie de ejecuciones. Como el mismo Guevara le expresó al embajador soviético Sergei Kudriavtsev, los contrarrevolucionarios nunca "volverían a levantar su cabeza."
Alvaro Vargas Llosa
The New Republic





2 comments:

Anonymous said...

aguarda hermanito, que regreso muy pronto, el guaguero metabiotico.

Anonymous said...

Esta es una foto de Ramiro o una pintura tuya?
El guaguero.