Monday, August 31, 2009
Citation. Horse Head
Hay lugares donde una citación es una cabeza de caballo.
La estatua lifesize del célebre Citation en Hialeah Park, recientemente visitado con AHR.
Sunday, August 30, 2009
Cubans. Sergio Oliva
Sergio Oliva is known in bodybuilding circles as "The Myth". This sobriquet was given to him by bodybuilder/writer Rick Wayne. Wayne had begun calling Oliva "The Myth" "(because everyone who saw him at the 1967 Montreal World's Fair said he was "JUST UNBELIEVABLE")".
Oliva was born in Cuba on July 4, 1941. At the age of twelve he worked with his father in the sugar canefields of Guambaco. When Oliva was 16, his father suggested that he enlist in Fulgencio Batista's army. In the absence of a birth certificate, the recruiting officer took the senior Oliva's word that his son was old enough to enlist in the fight against communism.
Saturday, August 29, 2009
Cuban Raftruck
Friday, August 28, 2009
Boxedrez y referee cubano
Thursday, August 27, 2009
Wednesday, August 26, 2009
Tuesday, August 25, 2009
Cubans. Rita Marley
Rita Marley was born July 25, 1946 in Santiago de Cuba, to Leroy Anderson and Cynthia "Beda" Jarrett. She grew up in the upper level of Beachwood, located in Kingston, Jamaica. Bob was from the lower level of Trenchtown. In the mid sixties Rita was singing with a trio named The Soulettes who were recording for Studio One, when she met Bob Marley. The Soulettes became the I Threes
Rita married Bob on 10 February 1966, and then became a singer in his backing vocals group, the I Threes. She converted to the Rastafari movement after witnessing Haile Selassie on his visit to Kingston, Jamaica on 21 April 1966. After Marley's death, she recorded a few albums under her name with some success in the United Kingdom and took care of Marley's estate.
Monday, August 24, 2009
Jody Hewgill
“I was asked to create an illustration to accompany “THE KNOCKOUT,“ an excerpt from the novel LAST NIGHT, by Brendan Lemon, which is about a young American gay male who journeys to Cuba in pursuit of an 18-year-old Cuban boxer."
http://www.jodyhewgill.com/
Sunday, August 23, 2009
Saturday, August 22, 2009
Friday, August 21, 2009
Nelson Ponce vs. Eduardo Sarmiento
10th Havana Biennial (International Art Exhibition), Havana, Cuba
Nelson Ponce & Sarmiento
Curator: Pepe Menendez
Sarmiento's illustrations has been widely published in magazines (including Texas Monthly, YRB and ESPN), newspapers, posters & advertising. He has illustrated more than 10 children's books. Since 2007 he has launched his own signature collection of more than 50 t-shirts for ® Funky Urban.
Sarmiento's work is included in many private collections in the United States, Spain, Cuba and Mexico.
Thursday, August 20, 2009
Wednesday, August 19, 2009
Zanja
Monday, August 17, 2009
Sunday, August 16, 2009
Saturday, August 15, 2009
Friday, August 14, 2009
Thursday, August 13, 2009
Wednesday, August 12, 2009
Tuesday, August 11, 2009
Transmitiendo desde Biscayne Boulevard
Monday, August 10, 2009
Sunday, August 9, 2009
Saturday, August 8, 2009
Astrid Alcayaga
Friday, August 7, 2009
Thursday, August 6, 2009
Chacón
Por Tomás Barceló Cuesta
Llegué al hombre impulsado por un viejo recuerdo infantil. Mi padre y yo descendimos del tren en la estación de Casa Blanca. Debíamos abordar la lancha que nos depositara al otro lado de la bahía de la Habana, en plena ciudad. Pero antes decidimos entrar en un bar y calmar nuestra sed con algún refresco. Allí estaba él, sentado al mostrador. Sostenía un vaso de ron que de vez en cuando llevaba a los labios para tomar grandes sorbos. Sus pupilas estaban ancladas en quién sabe qué remotas distancias de sus recuerdos. Su rostro, su cabeza rapada, y el torso desnudo, me mostraron por primera vez lo que era un tatuaje. Tuve miedo, era un ser extraño. Esa noche, cuando me acosté, lo hice ingenuamente pensando que había hecho el insólito descubrimiento de que algunos hombres nacían con la piel dibujada. Yo era un niño. Corría el año 1962. Fue la primera imagen que tuve de Marcelo Ricardo Chacón. Pasaron los años. Ahora, desde la atalaya de su humilde hogar en Casa Blanca, diviso la bahía, el puerto con sus escasos buques anclados y, más allá, los edificios de la ciudad difuminados en la ceniza azulosa del mediodía. En este lugar todo es posible, desde sentar la muerte a tu lado y brindarle un trago de ron crudo junto a otra compañera no menos sutil y temible, la soledad. Miro los tatuajes, los toco, los leo, trato de hilvanar una historia a través de ellos, un relato que sea lo más coherente posible. Apenas quedan espacios de esa piel que no hayan sido cortados por la aguja y penetrados de tinta. Hay buenos dibujos. Otros, en cambio, son muy malos. Y muchas frases escritas. El hombre me brinda un vaso de ron. "Dentro de un rato podremos comer arroz y algo de cerdo frito", me dice. Sonríe. La mayoría de sus dientes están enchapados con oro o platino. De modo que su sonrisa es fulgente, con destellos agresivos. Es un hombre viejo ya, muy viejo, cuenta con más de setenta años. Pero nada en él parece haber cambiado. Ante mí sigue siendo un misterio. Morirá a la vuelta de tres o cuatro años. Encontrarán su cuerpo sin vida en el miserable camastro. Debajo del colchón unos cuantos dólares, acompañados de una nota en la que dona ese dinero para los niños de una escuela del barrio. "No bebo salvo los fines de semana, esto lo hago ahora por usted". Alza el vaso de ron a la altura del rostro y vuelve a sonreír. Le agradezco el gesto. Entonces comienza a contar su vida. No tuve ni juguetes, ni quinces, ni diecinueves nunca. Vine solo para la Habana. Nada de compañías. El que solo la hace, solo la paga. Nada de mujeres, ni casamientos, ni hijos. He sido un bohemio toda mi vida. El asunto es no morirse ¿no?. Y aquí estoy, con setenta y cuatro años . Solo todo el tiempo. Limpiando zapatos, de cocinero en la marina de guerra durante diez años. De ahí me expulsaron. Seguí batallando, he dormido un día aquí y otro allá. He sido pescador, músico, jardinero, toqué la tumbadora en una orquesta famosa. Quise llegar al fondo de las cosas, conocer todas las trampas de la vida. Es dura la vida, mi broder, muy dura. ¿Cómo comenzó todo? ¿Qué cosa? El asunto de los tatuajes, cuál fue el primero. Ah, eso fue en Santiago de Cuba, cuando era marinero por los años cincuenta. Le dije al cabo Ortega que me hiciera una cruz. Me hizo la herida aquí en la mano izquierda ¿ve? Después de cortar echó tinta y ahí lo ve, ese es el primero. ¿Dolió? Bueno, no hay triunfo sin sufrimientos. Empecé a tatuarme porque quise ser diferente a los demás. Yo soy un ser humano, pero reconozco que soy un excéntrico. Por el cincuenta y pico empecé a tatuarme con Salaíto, difunto ya. Era el mejor tatuador de Cuba. No necesitaba marcar. Dibujaba al tiempo que iba cortando, entonces salían esos tatuajes que usted ve, casi perfectos. Era muy conocido dentro del ambiente. ¿Es cierto lo del ratón en una nalga y el cazador en la otra? No, eso es mentira, habladuría de la gente. Ninguna de mis partes está tatuada. Ahí nadie llega. Ahora muchos se dejan hasta tatuar las nalgas, pero yo no. El ratón mírelo aquí, en el muslo, y el cazador acá ¿lo ve? El ratón dice, voy a entrar. Y el cazador le responde: Si entras te mato. ¿Ve cómo le apunta con el fusil? Hay tantos dibujos que a veces se superponen unos con otros. En las falanges de los dedos están escritos los nombres de José Martí y Antonio Maceo, próceres de la independencia de Cuba. En cada palma de las manos un juego de dominó. En ambos pies unas sandalias de tamaño natural. A todo lo largo del cuerpo el panteón yoruba con todas sus deidades. Un enorme pulpo sobre la cabeza trata de atrapar con sus tentáculos a un hipocampo, a un caimán y a un pez aguja a la vez. En algún lugar está impreso el grito de guerra Viva Cuba Libre. Un tigre asoma sus fauces de detrás de una palma. Una pantera camina sigilosa por el plexo solar, mientras, a distancia, desde hombro izquierdo, un ciervo la mira con recelo. Un puñal atraviesa un corazón. Una serpiente se desenrosca en su pereza de ofidio. En el entrecejo del hombre una estrella. Un águila trata de volar en el reducido espacio que le han dejado. Un león ruge eternamente. Hay una mariposa en el cuello. Un cristo crucificado. Un viejo personaje popular de los comics yanquis, Pedro Harapos, acompañado de una frase que dice: La voluntad es tesoro. Hay estrellas, soles, una moneda con alas, perros, felinos, caballos, praderas, gavilanes, un niño naciendo del útero de una flor. Todos conviviendo juntos en una misma piel mientras una rosa náutica en medio de tanto fárrago universal, de tanto desorden enciclopédico, apunta hacia todos los horizontes del cuerpo. Hay dibujados varios ojos. En el antebrazo derecho, están las banderas de Cuba y México. Un párpado con una frase que reza: Honor a quien honor merece. En el otro párpado: Ya te vi, hipócrita. Dentro del labio inferior los nombres de Olofi y Oyá, dos deidades afrocubanas. Hay también un cementerio con sus cruces y sus panteones. Un muerto que es conducido en bicicleta. Y tantas frases como sean posibles: Ya no bebo, colgué los guantes. El buen gavilán no chilla. Critícame pero no me toques. La risa es el triunfo de la batalla. No se vende la fortaleza. El dinero no es la vida. Debajo de un ojo inquisidor se puede leer: Precaución, mírate en ese espejo. De haber nacido en estos tiempos, Chacón, ¿se hubiera tatuado? No, que va, hubiera sido otra vida, mi broder. Antes se creía que era asunto de presidio, de gente del ambiente ¿no? Cierto. Pero lo mío fue por lo que le expliqué. Yo no tengo ningún tatuaje feo en el cuerpo. Hay quien se tatúa cosas como Si quieres gozar sube. O mujeres con todas sus partes afuera. Esas groserías yo las rechazo. ¿Habrá alguien que tenga tantos tatuajes como usted? Lo dudo. ¿Ni en el mundo? Bueno, eso está de moda ahora. Como yo, creo que hay tres o cuatro en el mundo. ¿No ha sentido alguna vez añoranza por el matrimonio, tener hijos? Nada de eso. Enrumbé solo, y solo sigo. ¿Por qué tantos tatuajes? En ellos está mi vida. O la filosofía de mi vida, algo parecido pero que no es lo mismo. Mi piel es como un libro abierto donde quien quiera puede asomarse y ver. No recuerdo si Chacón me lo dijo o lo leí entre tantos tatuajes: La vida es como las mareas, unas veces altas y otras bajas. Algo cierto. Como la vida de cualquier hombre o mujer sobre la tierra.
___________________________
By Roy Llera
I first experienced Chacon in "La Bodeguita Del Medio" in 1996. He would play his "tambor" and sing a rap just whatever came to mind...as he would sing and play his tambor he would frequently slap his head in ritmo...notice that he is covered in tattoos...his entire body...from head to toe was covered in tattoos...even the inside of his bottom lip. One day I found him at home in a small shack on a hillside in Casablanca...a small village across the Bahia De Habana...as most Cubans he invited me into his home and proudly stated "mi casa es su casa" made me some coffee...and sang...his home was simple...no electricity...dirt floor...open windows...I felt at home...at peace.He sits at the feet of the Santera Saints playing his "tambor". He passed away in 2003...truly missed.